martes, 25 de septiembre de 2012

Galletas de mantequilla

La primera receta que quiero compartir es una que suelo usar bastante a menudo. Se trata de unas galletas de mantequilla (o margarina, se puede usar una u otra) muy fáciles de hacer y muy muy ricas. La receta que suelo usar lleva harina integral, es la que siempre uso en casi todas mis preparaciones porque me gusta el color y la textura que deja, pero puede usarse harina blanca común.

INGREDIENTES Y UTENSILIOS:
185 g de mantequilla (o margarina) a temperatura ambiente. Es muy importante que esté blandita pero NO DERRETIDA.
75 g de azúcar.
220 g de harina integral con levadura incorporada (o harina blanca). La que uso es Harina integral Bizcochona de la marca Harimsa, la recomiendo.
2 cucharaditas de esencia de vainilla.
Cuchara de madera.
Batidora eléctrica (opcional).
Moldes para cortar galletas de la forma que prefirais.

PREPARACIÓN:
Lo primero es encender el horno para que vaya calentando, a 180ºC.
En un recipiente grande mezclamos el azúcar con la mantequilla y la esencia de vainilla. Puede mezclarse con una cuchara de madera o con una batidora eléctrica, pero lo importante es que la mezcla quede bien homogénea y sin grumitos. Yo suelo usar la batidora por rapidez (y porque mi madre me la regaló y me hizo tanta ilusión que busco cualquier excusa para usarla jaja) pero una cuchara es igualmente válida.
Una vez que la mezcla esté lista añadimos poco a poco la harina y mezclamos, esta vez sin batidora, porque a medida que incorporemos la harina la masa se volverá más pesada de manejar y llegará un momento que tendremos que utilizar las manos y pringarnos un poquito (que es, para mi, lo mejor de la preparación).
Una vez incorporada la harina, debemos tener una masa blandita pero manejable si nos ponemos un poco de harina en las manos, pero como cada harina es distinta...en caso de que quede demasiado blanda la mezcla, podemos incorporarle un poco más (pero un poco!) hasta conseguir la textura que os digo, manejable pero no pegajosa.
Espolvoreamos un poco de harina sobre la superficie donde vayamos a "fabricar" las galletas, estiramos la masa encima y cortamos las galletas con los moldes. (Como consejo, en lugar de estirar toda la masa, es mejor estirar porciones de masa hasta que terminemos con toda.) El grosor de cada galleta debe ser de 1cm aproximadamente, ya que al hornearlas se ponen un poco gorditas.
Ponemos las galletas sobre una bandeja de horno con papel para hornear con una separación de unos 5cm entre ellas para que no se peguen (si no teneis, podeis engrasar la bandeja, pero es recomendable el papel porque así no teneis que fregar tanto después!) y horneamos unos 15 minutos. Es aconsejable ir mirando de vez en cuando, sin abrir el horno, el tono que tienen las galletas, y si las vemos algo tostaditas por arriba sacarlas aunque no hayan pasado los 15 minutos. Al sacarlas, podremos comprobar que las galletas siguen un poco blanditas, pero es normal, una vez que se enfríen se terminarán de endurecer.
Si todo sale bien, os deben quedar unas galletitas monísimas parecidas a éstas:
O un poco más blanquitas si la harina es blanca en lugar de integral:
Y listo! Bon appétit!


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